El verano nos dice adiós...pues ¡viva el otoño!. El verano llega a su fin, los prados ya están segados, recogidos y preparándose como nosotros para pasar el invierno, los días son ya más cortos y de noche está cada vez más fresco. Las fiestas también se acaban, atrás quedan largas horas de partidas al parchís, de reír, de sudar y algunas veces alguna que otra discusión y sobre todo de disfrutar.
Cada año a comienzos del verano, hacemos una pequeña lista que sobre la marcha siempre la vamos cambiando, para escoger haber donde jugamos ese fin de semana y a que fiesta vamos. 
Ahora al terminar el verano, ya tenemos que nos abrigar para jugar en las 2 ó 3 últimas fiestas que quedan. Ahora toca cambiar de rutina y cambiamos el parchís por les patates, les ablanes, les manzanes y a gozar del otoño y los muchísimos colores que nos trae. Lo peor de todo son los catarros, la gripe...¿Donde estará esperándome esti añu?.
Ahora al terminar el verano, ya tenemos que nos abrigar para jugar en las 2 ó 3 últimas fiestas que quedan. Ahora toca cambiar de rutina y cambiamos el parchís por les patates, les ablanes, les manzanes y a gozar del otoño y los muchísimos colores que nos trae. Lo peor de todo son los catarros, la gripe...¿Donde estará esperándome esti añu?. Las andanzas del parchís, nos llevan este verano a visitar unas fiestas nuevas, que yo no sabía que existían, esta vez vamos a la Güeria de Urbies.
Si hablamos de Urbies llega a nuestra mente la imagen, de un paisaje oscuro y lleno de polvo negro, relacionado con la actividad minera. Pero la realidad es muy distinta y nos encontramos con un valle rico y variad
o. Está situado en un macizo montañoso, espacio natural protegido y considerado de los más importantes de Europa por su variedad de árboles autóctonos (hayas, abedules, robles, castaños...etc.). Yo, ya conocía las montañas que rodean a Urbies y La Güeria, pero nunca había tenido la ocasión de bajar visitar los pueblos y aldeas que bajo estas montañas se cobijan.
o. Está situado en un macizo montañoso, espacio natural protegido y considerado de los más importantes de Europa por su variedad de árboles autóctonos (hayas, abedules, robles, castaños...etc.). Yo, ya conocía las montañas que rodean a Urbies y La Güeria, pero nunca había tenido la ocasión de bajar visitar los pueblos y aldeas que bajo estas montañas se cobijan. Un poco de historia.
El valle de Turón fué colonizado, hace ya algún tiempo, allá...en algún momento del neolítico, como el resto del interior de Asturias. No se conservan restos evidentes de aquella época, aunque la proximidad geográfica con el Padrún (Lena-Aller) e incluso conla Cobertoria incluye al
valle en aquel proceso. Bastante tiempo después y de algunas aperturas de minas, en 1940 se inician los trabajos de preparac
ión para la explotación de la zona de La Güeria de Urbies, y en 1942 se pone por fin en marcha el grupo Urbies.
ión para la explotación de la zona de La Güeria de Urbies, y en 1942 se pone por fin en marcha el grupo Urbies. Situado a 1 kilómetro de la autopista Gijón - Madrid, el valle del Ayuntamiento de Mieres, tiene una longitud de 16 kilómetros, encauzados por el río del mismo nombre. Sus aguas en la antigüedad negras, debido a los vertidos de los lavaderos de carbón, hoy discurren claras y transparentes hasta su encuentro con el río Caudal, dando cobijo a la fauna propia de los ríos de montaña, incluida la trucha.
Según vamos ascendiendo por la carretera AS-337, vemos como van apareciendo por sus riveras los núcleos urbanos de Peñuele, Cortina, Carbajal, Sta Marina, La Cuadriella, La Veguina, La Felguera, El Lago, Carabatán
, La Revaldana y San Andrés, (que me perdonen los vecinos si me quedó alguno o no los he nombrado bien). A partir de aquí alcanza una altura de unos 350 metros sobre el nivel del mar y que una vez cruzado el río por el Puente Villandio, se sigue remontando por su margen izquierda La Granxa, Campotablada, La Llera, La Vegona, Entreríos, El Pindal, hasta llegar a Urbies, bonito pueblo y de acreditada reputación gastronómica, tanto por sus restaurantes como por la producción artesanal de queso, elaborado como hace muchísimos años.
, La Revaldana y San Andrés, (que me perdonen los vecinos si me quedó alguno o no los he nombrado bien). A partir de aquí alcanza una altura de unos 350 metros sobre el nivel del mar y que una vez cruzado el río por el Puente Villandio, se sigue remontando por su margen izquierda La Granxa, Campotablada, La Llera, La Vegona, Entreríos, El Pindal, hasta llegar a Urbies, bonito pueblo y de acreditada reputación gastronómica, tanto por sus restaurantes como por la producción artesanal de queso, elaborado como hace muchísimos años. Está asentado sobre una amplia vega y es el único pueblo del valle que se libró de la contaminación carbonífera.
Desde este punto un poco más arriba se encuentra La Güeria de Urbies, nosotros para llegar allí tuvimos que pasar por el Alto de la Colladiella lugar más alto 900 metros, (por carretera naturalmente) donde podemos contemplar el monumento al minero y viniendo del concejo de San Martín del Rey Aurelio tenemos que descender por una sinuosa carretera pero de buen firme, hasta alcanzar la desviación a la izquierda para llegar a la Güeria de Urbies, donde nos podemos alojar en alguna de las rehabilitadas casas de aldea y así poder disfrutar plenamente de la naturaleza, y a solo 40 minutos de la playa. Aquí en esta preciosa aldea de Urbies, es donde vinimos a terminar la temporada de parchís, donde nos recibieron con mucha amabilidad y donde por cierto hemos quedado campeones, ¡estamos contentos de haber jugado allí!. El año que viene volveremos, si podemos ganaremos y si no al menos participaremos y así de paso ayudamos un poco a las fiestas.
¡Hasta el año que viene amigos!
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